No es nada nuevo sentir que, siempre a inicios de año, enero puede durar una eternidad y darnos esa sensación de que arranca pero no avanza. Créanme, es muy normal tener este feeling, especialmente en la tercera semana del mes y del año; nos pasa a casi todos.

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Pero aquí yo me pregunto: cuál es la prisa de que el tiempo pase rápido? ¿Qué necesidad tenemos de saltar al siguiente mes sin darnos cuenta o de querer correr sin detenernos a vivir el momento presente y lo que estamos viviendo ahora?

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Mejor te invitaré a vivir con más calma, a ser más conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor. Tal vez esto no elimine el peso de ciertas cargas o problemas que nos roban energía y tranquilidad, pero seguro que si desaceleremos un rato, bajamos el ritmo y nos enfocamos mediante pausas, podemos buscar soluciones y actuar sobre cómo resolverlos, sin necesidad de desear que el tiempo vuele y enero se lleve todo aquello que nos quita el sueño. Como dicen,“Hay que darle tiempo al tiempo.

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‍Seguramente, en los últimos días del año pasado tenías muy claro cuáles eran todos esos propósitos que te motivaban para este 2025. Siempre el inicio de algo viene cargado de esperanza, metas y deseos de hacer las cosas de manera  diferente. Sin embargo, conforme pasan los días, esa motivación puede ir disminuyendo, encontrando pretextos para alejarnos poco a poco de nuestras metas. En este punto nos encontramos en una línea muy delgada entre darnos por vencidos y mantener la constancia, aunque nos cueste un poquito más que ayer.

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Por ejemplo, ¿cuántas veces pensamos: “Hoy no tengo ganas de hacer ejercicio”? Pero, cuando hacemos el esfuerzo y nos obligamos un poco, la satisfacción que sentimos al lograrlo es inmensa. El logro se siente mucho mayor que si solo hubiéramos ido por cumplir. Con esto no me refiero a que todos los días debamos tener cero energía para realizar nuestras actividades y obligarnos a hacer cosas que no queremos. Pero sí es necesario tomar pequeñas decisiones que nos lleven a obtener resultados constantes, los cuales nos motivan y nos impulsan a seguir avanzando.

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Te compartimos algunos tips paso a paso que nos funcionan a nosotros para alcanzar esa motivación que necesitamos todos para ser constantes y no morir en el intento:

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1.- Encontrar tu por qué.

Es fundamental preguntarnos y ser sinceros con nosotros mismos cuáles son nuestras metas y por qué queremos lograrlas. ¿Qué significado tiene para ti alcanzarlas? Esto te ayudará a mantenerte enfocado incluso en momentos difíciles.

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2.- Divide tus metas en plazos alcanzables.

Si a esto sumamos dividir nuestras metas en planes a corto plazo, nos será mucho más fácil y dinámico cumplirlas. El objetivo es que empecemos a agarrarle el gusto a estas nuevas actividades poco a poco. Estas deben aportar algo de reto a tu día a día, pero al mismo tiempo también agregar diversión. Recuerda que reto y diversión no están peleados, al contrario, hagamos que vaya de la mano para aligerarnos la vida.

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3.- Celebra tus logros.

No siempre se necesita llegar a la meta final para poder celebrar. A veces, ese premio o aplauso a nosotros mismos nos motiva a seguir avanzando y nos recuerda que vamos por el buen camino hacia lo que queremos lograr. Así que reconoce y festéjate por más pequeño que sea tu progreso. Esto te llenará de energía y motivación para el siguiente estirón.

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4.- Crea hábitos.

Se dice fácil, pero sabemos que no es así. La motivación es pasajera, pero los hábitos llegan para quedarse. Ser consistentes nos ayuda a crearlos, y crear nuestras propias rutinas nos permite formar los hábitos que necesitamos para la vida diaria. Esto aplica para todo. Determina tiempo para tus actividades; eso facilitará tu enfoque en cada cosa y podrás avanzar de manera medible en el proceso.

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5.- Rodéate de apoyo.

La porra es esencial en estos casos, ya que las personas con las que sueles compartir tu tiempo tienen un gran impacto en tu nivel de motivación. Te recomendamos rodearte de personas que te inspiren, te impulsen, empatice con tus metas y te apoyen para lograrlas. Tus amigos y familiares serán siempre una pieza clave en el camino.

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6.- Visualiza tu éxito.

Hay que pensar como si ya fuera nuestro en todo momento. Visualizar es una forma de decretar todo eso que deseamos lograr. Tómate un momento del día para imaginar cómo será tu vida una vez que cumplas con los propósitos en mente. Esto nos recordará que todo el esfuerzo vale la pena.

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7.- Cuida de ti.

Duerme bien, equilibra tu alimentación, bebe suficiente agua, permítete descansar lo que necesites para reponerte. Observa lo que lees, escuchas, y todo aquello que alimenta tu alma. Habrá días buenos y malos, pero es importante saber que el avance no siempre es lineal. Date un tiempo, pero siempre regresa al camino.

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Con esto esperamos contagiarte de nuestra motivación y compartirte información que nos ayuda a nosotros a lograr todo aquello que nos proponemos. Este año está lleno de nuevas oportunidades y posibilidades. Aprovecha cada día para acercarte más y más a tus sueños. Con paciencia, constancia y determinación, estamos seguros de que los lograrás.

Nos leemos pronto, ciao.

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