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Guadalajara es famosa en todo el mundo por su deliciosa comida, el tequila, sus mujeres guapas, el mariachi y las tortas ahogadas. Pero no podemos pasar por alto su espectacular y peculiar arquitectura antigua, que se encuentra en el Centro Histórico y en algunos de sus barrios más antiguos, como la colonia Americana y Lafayette.

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Si has tenido la oportunidad de visitar nuestra ciudad, sabrás a lo que nos referimos. Al pasear por sus amplias calles, podrás descubrir algunos de los edificios más antiguos y con curiosidad conocer su historia, a quiénes pertenecieron y qué cultura inspiró su arquitectura.

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Comenzamos este recorrido arquitectónico con un lugar icónico: La Casa González Luna, también conocida como Casa ITESO Clavigero. Fue construida en 1929 por el famoso arquitecto Luis Barragán, quien optó por un estilo regionalista, muy popular en ese entonces en Guadalajara. Este estilo buscaba alejarse de la influencia europea, especialmente la francesa, y promover lo autóctono en la arquitectura mexicana.

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Destaca por su composición atípica dentro de las Colonias de Guadalajara, destacando por su peculiar construcción convirtiéndola en un símbolo representativo de la arquitectura de aquel tiempo. Se caracterizaba por sus muros robustos y limpios, una volumetría que no se había visto antes en México. Se recurrió principalmente a los jardines de ingreso a la casa para crear una escala humana, los sonidos armoniosos o del uso de fuentes, eran utilizados para conectar la calma con el interior y exterior del hogar.

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En el 2001, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) adquirió la propiedad y la restauró para su uso cultural, con la intención de preservar la construcción de Barragán. La casa fue declarada Monumento Artístico por la Secretaría de Educación Pública de México y más tarde recibió el reconocimiento por el Instituto Nacional de Bellas Artes y la Secretaría de Cultura de Jalisco como Inmueble de Valor Artístico.

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Casa Navarro Branca, ubicada en la colonia Lafayette, fue diseñada por el arquitecto y propietario Alfredo Navarro Branca, quien le dio su nombre al proyecto.

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Su diseño aristocrático reflejaba su personalidad, con influencias art déco y mezclas regionalistas, un estilo que evolucionaba con las modas del siglo XX. En 1918, nace el proyecto “las colonias” el cual introdujo una nueva forma de vivir en la ciudad, ya que la áreas antiguas eran consideradas inadecuada para la vida moderna, que demandaba más ventilación, más luz y confort.  Así nacieron las colonias en Guadalajara, ofreciendo este concepto, donde se permitía respirar aire puro, sol y espacio.

Casa Navarro Branca se destacaba por sus amplios jardines laterales rodeados de verjas de acero forjado y paisajismo. Su diseño no solo ofrecía comodidades modernas, sino que también era un sinónimo de status dentro de la alta sociedad tapatía, la cual acostumbraba a tener distinguidos invitados en su casa y celebrar grandes eventos sociales.

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La fachada de la casa conserva el ingreso a la casa por medio de una amplia escalinata centrada a la construcción, elementos neoclásicos de la época, como las columnas, guirnaldas y cornisas. El porche o pórtico era característico de muchas casas similares que se construían por la zona, utilizado como un espacio para tomar el aire o recibir a sus visitas.

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¿Alguna vez has visto Rose-Ville? Está ubicada en Av. Morelos y fue una de las primeras casas construidas en la colonia Lafayette. Según algunos textos, se dice que esta casa se construyó como modelo inicial al proyecto de las colonias, para inspirar a las familias a que imaginaran la posibilidad de vivir en esta zona.

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Por esto mismo, esta casa no suele ser muy ostentosa a comparación de las demás ubicadas a su alrededor, es muy amplia y sencilla, aunque carece de ornamentos de cantera en su fachada. Sin duda, lo más destacado es su zaguán que rodea toda la casa y su segundo piso a manera de torreón dentro del centro.

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Este estilo de casas era totalmente campestre, tanto por su diseño como por su comodidad. Rose-Ville fue construida en la segunda década del siglo XX y pertenecía a Carlos B.Carothers, nacido en Coahuila, Saltillo. Se restauró en el 2014 y actualmente funciona como restaurante y salón de eventos.

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Seguramente has ido más de alguna vez a algún evento o bazar en Casa Gil Alonso, ubicada en José Guadalupe Zuno, en la colonia Lafayette. ¿O tal vez te suena Casa Borell?

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Construida en 1927 por el Dr. Juan Miguel Gil Alonso, quien todavía es propietario junto con su familia, esta casa de estilo ecléctico que, para su época, se consideraba un poco pasada de moda. Al igual que en otras casas de la zona, se destaca el zaguán que rodea toda la fachada, pero en este caso es ochavada.

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En su exterior, cuenta con columnas que enmarcan solo la escalinata de ingreso a la residencia, pero no a la puerta principal, estas te llevan a un pasillo de lado donde encontrarás el ingreso a su interior, el cual ya ha sido modificado varias veces debido a su uso para eventos sociales.

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Si decides conocer Casa Borell, suele estar rodeada por muchas otras casas similares, como Casa Keller, Villa Esperanza, la ya mencionada Casa González Luna y Casa Robles León, por su cercanía entre unas de otras puedes recorrerlas caminando para admirar sus fachadas.

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Para cerrar este tour por algunas de las casas más icónicas de la zona por su belleza, te presentamos Casa Ochoa Montes de Oca. Esta imponente residencia blanca, construida en 1920 por el arquitecto Luis Prieto Souza, es considerada como una de los mejores ejemplos y más puros del estilo neoclásico en la ciudad.

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Ubicada en dos de las calles principales de la zona, La Paz y López Cotilla, esta casa originalmente fue diseñada para el mismo arquitecto, pero fue adquirida antes de terminarla por Salvador Ochoa y Ochoa. El cual decide agregar sus iniciales "SOO" a la reja como marca de su propiedad.

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Destacada por sus 10 imponentes columnas en la entrada y sus tres puertas de acceso a la primera planta de la casa o al sótano,  las cuales proporcionan gracias a su diseño la luz natural al interior. A diferencia de otras mansiones, esta casa tenía una particularidad en su jardín frontal que permite liberar el frente para una vista más agradable a las arboledas de la calle y alejar el ruido.

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Sin duda alguna este recorrido fue un emocionante viaje por el tiempo y por la historia de la colonia Americana y Lafayette. Definitivamente no acabaríamos de mencionar aquí todas y cada una de ellas pero te invitamos a que si estás por hospedarte con nosotros en Barrio México, puedas recorrerlas caminando por la zona, ya que varias se encuentran muy cerca de nuestra ubicación.

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Te aseguramos que con tan solo admirar sus interesantes e históricas fachadas terminarás transportándote a 1920.

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Nos leemos pronto, ciao.

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